Javier Eder. Nepotismo a la navarra

Se desconocen por el momento las capacidades del digitalmente designado como nuevo delegado de Navarra en Bruselas. Al no haberse puesto a prueba en ningún concurso público, las capacidades de don Ignacio Baleztena no han podido brillar como seguramente merecen. Se desconoce igualmente si la delegación de Navarra en Bruselas continúa la inédita labor de doña Lola Eguren si es que tan pertinaz perceptora de cesantías hizo alguna vez una labor, en 2003 designada digitalmente directora del Servicio de Participación en el Proceso de Construcción Europea, tras mudar de partido y abrazar la religión verdadera del liberalismo privatizador con que Barcina y sus tecnócratas nos gobiernan. Lo que se conoce ampliamente es que nuestros liberales privatizadores, pese a preferir lo privado, se queda a dedo con lo público, con los numerosos puestos públicos de libre designación que no hay gobierno liberal que elimine. Igualmente, los liberales privatizadores que proclaman la sacrosanta unidad de la patria, no se privan de una delegación particular en Bruselas. El nombramiento del nuevo delegado ha evidenciado, además, que en el país donde las becas Erasmus entre otras muchas están en peligro de extinción, había becarios de lujo como el propio señor Baleztena y demás los perceptores de la Beca Navarra, de la que Comptos criticó en su momento el amplio margen de subjetividad que nuestros liberales gastaban al concederla. Quién no conoce a algún desempleado de esos a los que Barcina y sus tecnócratas, en estos prenavideños días, lejos de darles la menor oportunidad de probar sus capacidades en algún concurso público, están ofreciendo la miseria neoliberal de unos contratos por horas contadas con los que de paso maquillar la terrorífica realidad laboral en la que vivimos. Lo que Barcina y demás familia política ni se molestan en maquillar es el nepotismo a la navarra por el que tantos empleos de correligionarios nombrados a dedo no corren el menor riesgo de extinción.

Fuente: Noticias de Navarra

Posted in El pesebre del Reyno | Tagged | Comments Off on Javier Eder. Nepotismo a la navarra

Karlos Linazasoro. A zer lau elementu!

Sua, Lurra, Airea eta Ura: hauexek dira Grezia zaharreko lau oinarriak, mundua azaltzeko erabiltzen zituzten lau elementuak. Kosmosean bizi ziren gauza guztiak lau elementu hauen bidez uler zitezkeen[…]

Ez zintuzket ikaratu nahi kontu hauekin, gazte, are gutxiago aspertu, eta oraintxe bertan esango dizut, beraz,liburu hau ez dela filosofiazko liburu bat, ez eta entsegu aspergarri astun bat ere; ez. Liburu hau, zerbait izatez gerotan, jolas-liburu bat da, poemez eta esaldi umoretsuz eta antzerkiz eta hitz eta burutazio bitxiz betetako kutxa edo gordailu bat, zure hatzek ireki zain dagoena. Liburuan azaltzen den guztia, hori bai, lau elementu horien jiran kiribiltzen da; idazten den guztiak zerikusi zuzena (edo ez) du lau elementuekin; eurak dira gai, jomuga, helburu, aitzakia, jolastoki, hausnar-gai, poema gehienen arrazoi eta antzerkitxo eta gainerakoen pertsonaia nagusi. Nolabait esatearren, liburua barru-barrutik josten duen hari fin ez hain ikusezina.

elementuGazte Literatura 19
Hizkuntza Euskara
2013. urtea
88 or.
ISBN:978-84-7681-812-1

Posted in Pamiela etxea, Libro de la semana | Tagged | Comments Off on Karlos Linazasoro. A zer lau elementu!

Miguel Sánchez-Ostiz. Contra el espionaje

euskara

Hace unos días me llegó desde Change.org una convocatoria para firmar un manifiesto promovido por escritores y dirigido a estos en contra del espionaje masivo. No he firmado por varias razones, no ya porque deteste los manifiestos o porque tenga motivos personales para dudar de la probidad ética de varios de los firmantes y promotores españoles, sino porque el asunto me parece un saco de humo y de un oportunismo desvergonzado. Protestar contra el espionaje en general no compromete a nada, es como pedir que cese el pedrisco; hacerlo utilizando las páginas de opinión de amplio alcance de las que ellos cuentan para denunciar de manera clara y severa, sin tibiezas, el estado policial en el que vivimos, los abusos y violencia policiales concretos, las trapisondas de la magistratura, las leyes represoras, las medidas abusivas del gobierno en todos los órdenes, eso sí, y a no dudar tiene sus consecuencias personales y sociales.
Y por lo que respecta al espionaje, me temo que ninguno de esos escritores, hoy paladines de las libertades y aguafiestas nacionales, moverían un dedo por el asunto de los informes policiales secretos que han acabado en manos del partido que gobierna en Navarra afín al PP, elaborado contra profesores de la enseñanza pública y del modelo D en euskera, de amplísima e ineludible presencia en la sociedad navarra. Un informe, sin orden ni autorización judiciales que se sepa, solo secreto para los perjudicados, que a los políticos sectarios les ha servido de apoyo para la difamación y calumnia masivas, y para solicitar cambios en el Código Penal para impedir que personas «afines a ETA» den clases. Están pidiendo el establecimiento de listas negras, la depuración de los maestros, las pruebas de idoneidad ideológica… como en 1936. Además, es de temer que esos informes alcancen también a otros profesionales o miembros de colectivos sociales con presencia en la vida pública. ¿Quiénes son esas personas ya estigmatizadas  y quién y cómo ha llegado a esa peregrina conclusión y a establecer cuál es su ideología y cuáles sus ideas al margen de su actividad docente? Indefensión total. Esto sí compromete, lo del espionaje masivo de los USA, no, nada, en absoluto, es una manera de colgarse una medalla sin dar un palo, de figurar sin enfrentarse con nadie ni con nada.

Fuente: Vivirdebuenagana

Posted in El pesebre del Reyno | Tagged | Comments Off on Miguel Sánchez-Ostiz. Contra el espionaje

Mikel Zuza. La belleza católica de Isabel de Castilla, todo un ejemplo de ‘licencia histórica’

EL pasado lunes, con la emisión del capítulo nº 26, concluyó la segunda temporada de Isabel la ficción histórica que viene emitiendo TVE. Y digo ficción histórica porque tampoco se puede pedir mucho rigor a una película o una serie de televisión que, por sistema, tratará siempre de canonizar a sus protagonistas, ya sea amplificando sus virtudes o tapando sus vergüenzas.

Antes de nada, vaya por delante que los Reyes Católicos no son precisamente mis personajes históricos favoritos. Todo lo contrario. Y eso es así porque para conseguir sus objetivos, primero tuvo ella que calumniar -tildándola de ilegítima, de Beltraneja– a su sobrina Juana, la legítima heredera de Castilla, y él que aceptar la sangrienta herencia legada por su padre, el usurpador Juan II de Navarra, destructor a conciencia -si es que supo alguna vez qué cosa es eso- de su primera familia, a la que persiguió de forma implacable hasta acabar completamente con sus hijos Carlos -príncipe de Viana y legítimo heredero de Navarra y de Aragón-, Blanca y Leonor.

Naturalmente en una serie centrada en la figura de Isabel, las negras andanzas de la familia de Fernando no han salido a relucir en ningún momento. Al contrario, la figura de Juan II -encarnada por el estupendo actor Jordi Banacolocha-, se representa como la de un simpático abuelete siempre dispuesto a compartir su experiencia política con su querido hijo. La realidad, por supuesto, es que un caimán de la Florida hubiese merecido mucha más confianza que aquél repugnante tirano.

Puestas así las cosas, y partiendo del hecho de que Navarra apenas aparece en las tramas de la serie más que en la persona de Peralta, del que además muestran únicamente su faceta como pacífico diplomático al servicio de la corona de Aragón, obviando otros jalones mucho más demostrativos de sus verdaderas actuaciones en Navarra y de su negrísimo carácter, que le llevó -entre otras muchas barbaridades cometidas- a ser por ejemplo el instigador y asesino confeso del obispo de Pamplona, Nicolás de Chávarri, crimen perpetrado en Tafalla en 1468, se entenderá que yo sólo siga Isabel como mero entretenimiento, y porque me gustan las películas de época, aunque eso no signifique que no me disgustase que, por ejemplo, cuando salió a relucir la figura de Francisco Febo como posible candidato a la mano de Juana la Beltraneja, se le denominase exclusivamente como Francisco de Foix, sin indicar en ningún momento que se trataba del rey de Navarra. En fin, que recordando esa frase tan certera que nos asegura que “la justicia militar es a la justicia, lo que la música militar es a la música”, me atreveré a decir que casi todo lo que narra Isabel es tan parecido a lo que realmente aconteció, como la guapísima y talentosa actriz Michelle Jenner se parece a la reina católica.

licencias históricas Pero vuelvo a reiterar lo que he dicho al principio: una serie o película histórica no tiene por qué aferrarse estrictamente a lo ocurrido. Es más, muchas veces las llamadas licencias históricas son lo mejor de tales propuestas. Y yo, que acostumbro a tomármelas una y otra vez, no voy a quejarme ahora de que otros lo hagan, y que por tanto la reina quede casi siempre como un dechado de bondad, a pesar de ser capaz de cosas tan feas, y que naturalmente no aparecerán en ningún capítulo, como obligar en 1495 a los reyes de Navarra a entregarle como rehén a su hija Magdalena -que entonces sólo tenía un año-, y que ya nunca más pudo volver a Navarra, pues murió a los diez años en Medina del Campo, sin duda por los “grandes cuidados” que tan católica reina le dispensó.

Y es que aunque Isabel de Castilla murió ese mismo año de 1504, no se crea nadie que ella no quiso hacerse con el reino de Navarra tanto como su esposo, Fernando de Aragón, que es quien acabó consiguiéndolo ocho años más tarde. Sólo que ella, aparte de todo tipo de presiones bélico-diplomáticas, lo intentó preferentemente por el método nupcial, pues no dejó de ofrecer el casamiento de sus hijas primero y de su hijo Juan después, con los legítimos herederos de Navarra, buscando que este reino viniera a caer también en sus manos.

Santa María la Real A pesar de todo esto que llevo dicho, por lo que no estoy dispuesto a pasar es por el chusco detalle en el que reparé la otra noche… Resulta que el capítulo II del Fuero de Navarra dice lo siguiente: “Todo Rey de Navarra se debe levantar en Santa María de Pamplona, según han hecho muchas veces; y si el Rey tuviere que echar moneda, débela echar en Santa María de Pamplona…” ¿Y qué tiene que ver esto con Isabel de Castilla, que jamás fue reina de Navarra y por lo tanto nunca juró los Fueros ante la imagen de Santa María la Real de Pamplona? Pues porque alucinantemente -históricamente hablando-, y teniendo los responsables de la serie miles de advocaciones castellanas en las que fijarse, cada vez que la reina Isabel reza en pantalla, lo hace a una talla de la virgen ante la que los reyes de Navarra debían jurar su pacto con el pueblo de Navarra. Que sí, que no he visto visiones: esa talla representa a Santa María la Real de Pamplona, es una de las reproducciones que se hicieron de recuerdo por la coronación canónica del año 1946, y que todavía pueden adquirirse en algún establecimiento con solera de la capital navarra, como la tienda de artículos religiosos Martínez Erro de la Bajada de Javier. De hecho, en el catálogo de la exposición Salve: 700 años de arte y devoción mariana en Navarra, se la describe así: “Finalmente luce una toca, enriquecida con un llamativo e insólito adorno en el dorso, un nudo, a modo de moño, del que pende un largo cabo de tela artísticamente plegado”.

Así que, lo que es por mí, podrían haber seguido ignorando al Reino de Navarra también en este detalle, porque poner a la llamada reina católica de Castilla -precisamente la mujer del que luego acabó con la independencia de Navarra- a rezar una y otra vez a la imagen ante la que debían coronarse los reyes legítimos de Navarra me parece de un pésimo gusto histórico, además de un fallo tremendo si está hecho sin reparar en él, y de una burla si está hecho adrede.

En la imagen de la izquierda, retrato de Isabel la Católica realizado por Juan de Flandes fechado en 1485. En la imagen de la derecha, fotograma de la serie Isabel, protagonizada por Michelle Jenner. La flagrante comparación, aunque se cimenta en edades similares de la protagonista, muestra a las claras la licencia histórica sobre la belleza de la reina tomada por los creadores de la serie .

Fuente: Noticias de Navarra

Posted in El pesebre del Reyno | Tagged | Comments Off on Mikel Zuza. La belleza católica de Isabel de Castilla, todo un ejemplo de ‘licencia histórica’

Mª Jesús Goicoechea. Carta a Yolanda Barcina

(Profesora jubilada de Magisterio de la UPNA y exdecana de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales)

SEÑORA presidenta: asisto con perplejidad a la campaña de acoso y derribo del Modelo D de nuestra enseñanza pública en euskera propiciada por su Gobierno y su partido, UPN. Sí, le responsabilizo desde el comienzo de mi carta, señora presidenta, porque las cosas están meridianamente claras, se trata de criminalizar la enseñanza pública en euskera en la Comunidad Foral de Navarra, territorio en el que, supongo, algo tiene usted que ver, con un exclusivo informedel instituto armado de la Guardia Civil sobre Influencia de la izquierda abertzale en la red de enseñanza pública de la Comunidad Foral de Navarra, evidentemente con el objetivo de hundirla.

Desconozco el funcionamiento del mencionado instituto, si realiza este tipo de trabajo por iniciativa propia o por encargo del Departamento de Educación (de enseñanza se trata, ¿no?), en cualquier caso debo mostrar mi asombro ante el hecho de que disponga de equipos de investigación para el ámbito educativo y, además, expertos en una línea de investigación tan concreta como el estudio del pensamiento del profesor y su repercusión en la enseñanza, que exige una metodología cualitativa específica, una semántica precisa y unívoca y, desde luego, un contacto muy directo con profesorado y alumnado. ¿Disponen de medios para ello? En fin, en mi ignorancia no tenía ni idea de la capacidad a la Guardia Civil para realizar estudios-informes sobre las ideas del profesorado y su influencia en el alumnado, en este caso el del Modelo D de la enseñanza pública, y ya puestos ¿se trata de la primera entrega de un estudio más amplio? ¿debemos esperar nuevos capítulos sobre las ideas del profesorado del resto de modelos lingüísticos: modelo A, modelo G, modelo TIL, modelo PAI, modelo British…? ¿Tendremos algún informe sobre la influencia de la enseñanza en inglés y su repercusión en la débil reivindicación de Gibraltar español?

Ahora en serio, dicho informe debe ser conocido íntegramente y sometido a un riguroso análisis de cientificidad y, por otra parte, a un análisis jurídico que estime su consistencia y el daño causado.

Te recuerdo, excolega Yolanda, que durante bastantes años fuiste una profesional de la enseñanza e investigación en la UPNA y conoces perfectamente las exigencias del más elemental rigor investigador (metodología empleada, muestra de población significativa, consistencia de las variables, procedimientos de análisis idóneos, semántica precisa…), nada de todo ello se desprende de los retazos del informe reservado que se ha filtrado y hemos podido conocer. ¿De dónde salen los porcentajes? ¿Cómo es posible realizar semejantes conclusiones sin contacto con los implicados? No me consta que se haya contado con la población analizada. ¿Alguien sabe leer el pensamiento a distancia? ¿Han descubierto nuevas variables? Deberán patentarlas rápidamente. Y tú, Yolanda, ¿por qué lo que exiges (exigías) en el campo científico no lo exiges en el político? ¿Aquí no cuenta el rigor? Debe de ser que no interesa. No concibo cómo una mente medianamente sensata puede tomarse en serio semejante sarta de barbaridades, debes de estar muy mal o/y en esta etapa de tu vida tienes otros intereses ajenos totalmente a la seriedad y el rigor. Es de lástima.

Porque, señora presidenta de UPN, al parecer su partido ha hecho suyo el informe, ya que suportavoz en Madrid, el diputado Carlos Salvador, se ha encargado, supongo que con su consentimiento, de confirmar y diseminar dicho informe en sus entornos mediáticos amarillos. Y sí, le han hecho caso y, como es sabido, le han dado amplia cobertura ¿informativa?, no, simplemente difamadora.

He tenido la capacidad estomacal suficiente para leer y escuchar algunos de los burdos reportajes de esa prensa, incluido el esperpento de Intereconomía en el IES Iturrama, y mi ánimo ha pasado por diversos estados, repugnancia, indignación, risa y pena a la vez y, finalmente, necesidad de manifestar mi solidaridad al colectivo de docentes, padres/madres y alumnado del modelo D de nuestra enseñanza pública tan sañuda e injustamente vilipendiado. Porque se trata de una bazofia periodística inverosímil que se mueve en el fango de la difamación y la calumnia y que saca a la luz los más aberrantes prejuicios sobre la enseñanza en euskera, es decir, sobre el euskera una vez más.

Esta campaña de calumnias es diferente pero no es nueva. No hay que remontarse demasiados años para recordar las acusaciones a las ikastolas como “cantera de etarras” hechas por un político navarro que sigue en activo. ¿Por qué ahora se le ha dado más eco mediático? Porque alguien (¿?) ha tenido la sibilina habilidad de hacer que todo parta de un informe secreto (a voces) de la Guardia Civil y no de una mera opinión política archiconocida y sin credibilidad. Y porque vivimos un tiempo desgraciado, en general, pero especialmente en España, en que los valores democráticos retroceden a zancadas en lo social, en lo político y en lo jurídico y es el caldo de cultivo ideal para atacar en un todo vale a quien se considera adversario (¿enemigo?) sin que por ello se deba asumir responsabilidad alguna. Contribuir a ello desde su posición me parece la peor contribución que se puede hacer a la política navarra.

Señora presidenta de UPN, ¿cómo puede explicar que un partido específicamente navarro destile tal animadversión contra la lengua específicamente navarra? Y no quiera convencerme de que ustedes la apoyan, porque soy lingüista y conozco las medidas elementales para la supervivencia de una lengua. Cuando leo sus propuestas de salvaguarda del vascuence (por equiparación, al referirse al castellano deberían decir romance), esa “joya milenaria tan frágil”, no puedo evitar representarme una vetusta vitrina de roble macizo con siete llaves. Así, bien guardada, que nadie la toque, que se mantenga en sus esencias más rurales, justamente todo lo contrario a la vitalidad necesaria para cualquier lengua. Y si piensa que, en ocasiones, se ha hecho algún uso partidista del euskera, asuma su responsabilidad. ¿Por qué UPN no ha enarbolado, desde el comienzo, la defensa de verdad de nuestra lengua vasca? Imaginemos por un momento que el apoyo al euskera fuera uno de los asuntos en el que confluyeran con toda normalidad todos los partidos, las cosas podrían haber sido muy diferentes. Y creo que hay personas de UPN y afines a las que les duele esa postura pero se les ignora y les argumentan que hay que combatir el terrorismo. Txurras y merinas.

Aunque la situación no sea para echar las campanas al vuelo, esa vitalidad (¿o supervivencia?) que niegan al euskera se ha alcanzado en Navarra, en gran medida, gracias al modelo D y su expansión a la red pública iniciada hace más de 30 años. Con una ley penalizadora, a duras penas, siempre a petición de los progenitores, pues no se puede imponer (por cierto, una gran diferencia con el modelo PAI de enseñanza en inglés impuesto obligatoriamente a los centros por el Departamento de Educación ¿no le parece?), el modelo D se ha hecho un importante hueco en la red pública a pesar de la última y persistente batalla que presenta a la sociedad -padres y madres, especialmente- dicho modelo contrapuesto a un aprendizaje adecuado del inglés. Y si el modelo D ha ocupado un espacio importante en la enseñanza pública es por su buen hacer, por la competencia y dedicación del profesorado y, en definitiva, por la calidad que ofrecen los centros. Y por supuesto, porque el alumnado de modelo D aprende, también, inglés adecuadamente como puede constatarse, por ejemplo, en las pruebas de selectividad universitaria.

Así que la enseñanza pública en euskera se ha convertido en el enemigo a batir. Ya no es suficiente ir contra el euskera, hay que personificar y señalar con el dedo a los culpables, centros, profesorado y alumnado. La gravedad de este hecho y de las acusaciones vertidas sobre todos ellos hace que les pregunte, señora presidenta del Gobierno ¿cómo es posible que no haya destituido fulminantemente a su consejero de Educación? Señor consejero, ¿cómo no ha presentado ya su dimisión inmediata ante su falta de competencia? La única explicación que se me ocurre es que ambos saben que todo esto no es sino un redoble de tambor táctico para despistar al personal de otros temas. Pero con un objetivo muy claro que lo he enunciado desde el comienzo y que les coloca a ambos en el terreno de la falta de ética: calumnia que, por inverosímil que sea lo que se diga, algo quedará. Salvo que salgan en clara defensa del modelo D de la enseñanza pública y, como resonsables institucionales, presenten sus públicas disculpas a todo el personal agredido.

En cuanto a la rastrera señalización de centros concretos que se ha hecho, creo que no tiene sentido que diga nada especial, ellos se defienden solos con su buen hacer día a día, pero puesto que durante nueve años participé como madre en la ikastola Amaiur, solo puedo alabar y agradecer públicamente la dedicación y entrega del profesorado, animarles a que sigan en su línea y manifestar públicamente que volvería a llevar a mi hija al mismo centro.

Esto que ha ocurrido es ir demasiado lejos y traspasar la línea roja de la decencia. Como exdocente, y tras haber participado en la formación de 39 promociones de Magisterio y 2 del Máster para el Profesorado de Secundaria, siento como propia la agresión a esa parte del sistema educativo de Navarra. Por ello le exijo, señora presidenta, te exijo, excolega Yolanda Barcina, una rápida e inequívoca rectificación pública de igual dimensión mediática a la empleada en la difamación.

Tengo que confesarle/te que hace días que tengo escrita esta carta y algo no me gusta, supongo que es el tono algo bronco que no casa con mi modo de ser, pero no he conseguido encontrar otro tono y es hora ya de enviarla.

 

Fuente: Noticias de Navarra

Posted in El pesebre del Reyno | Tagged | 2 Comments

Javier Eder. Topar con las Iglesias

Por norma, los altos tribunales no se permiten incurrir en el menos común de los sentidos, que es el del humor. La sentencia del Constitucional por la que se revoca la ley foral navarra que, en contra de la santa tradición, pretendía cobrar a las Iglesias -a la católica y a las demás- la contribución urbana que todo cristiano -sea de la confesión religiosa que sea- debe pagar por sus inmuebles no dedicados al culto, no ha sido una excepción a dicha norma. El que dicen que sí daba muestras de tener sentido del humor es Augusto. Cuentan que cuando le presentaban los recibos pendientes de algunos bárbaros remisos a pagar a Roma sus cargas tributarias, ironizaba: “Pagarán para las calendas griegas”. Calendas y griegas: una paradoja. Pero para paradójica, la sentencia del Tribunal Constitucional. Paradójica, no solo porque consagre como constitucionales, en un Estado aconfesional, las exenciones fiscales privativas de las confesiones religiosas, sino porque declara inconstitucional la ley que pretendía poner coto a prebendas preconstitucionales heredadas por la Iglesia católica de los años nacionalcatólicos. Prebendas prorrogadas en la Transición. Dice el Constitucional que la ley foral es inconstitucional por oponerse a lo convenido entre Iglesia y Estado. Lo que no dice es que fue el hoy marqués de Oreja, don Marcelino Ídem, de familia muy tradicionalista y muy nacionalcatólica, quien en el período constituyente se apresuró a prorrogar lo concordado con el Vaticano en el régimen anterior, hasta nueva revisión constitucional. Hasta nueva revisión, puesto que el ministro Oreja convino con la jerarquía católica que sus privilegios fiscales irían expirando según la Iglesia llegaba a la autofinanciación. Pero eso queda para las calendas griegas. De habérnoslo dicho así el alto tribunal, tan respetuoso con lo concedido a los sumos sacerdotes por don Marcelino, habríamos admirado en su sentencia, si no su insuperable sentido de la equidad, sí su augusto sentido del humor.

Fuente: Noticias de Navarra

Posted in El pesebre del Reyno | Tagged | Comments Off on Javier Eder. Topar con las Iglesias

Miguel Sánchez-Ostiz. “Lloran a Mandela para reírse de nosotros”

mandela-cover-580

No hay mejor forma de expresarlo. Así titula Jorge Moruno Danzi su columna de Público, para a continuación abrir su examen de lo que dicen de Mandela los políticos más desvergonzados con una frase de Margaret Thatcher, de 1987: “El CNA es una organización terrorista…quien piense que va a gobernar Sudáfrica vive una fantasía”.
La de Nelson Mandela es, para el primer mundo, la historia del terrorista que acaba convertido en héroe de la Humanidad,  en un bochornoso ejercicio de hipocresía, doble y triple moral, convenciones y conveniencias políticas y sociales. A Mandela lo sacaron de la cárcel no por gusto, sino porque no les quedó más remedio. Fue el ejercicio del poder político y la descarnada e ineludible puesta en escena del Apartheid lo que hizo que el cartel al cuello de terrorista cayera. Al primer mundo no le quedó más remedio que admitir una vergüenza largamente consentida. Aplaudió para acallar su conciencia, premió para lo mismo. El ejercicio del poder trajo consigo el reconocimiento mundial.  Sin poder, Mandela hubiese seguido en la cárcel. Está ya muy dicho: los mismos que hoy le alaban son los que lo tuvieron encarcelado, los mismos que ven en él el símbolo de la defensa de los derechos humanos son los que los violan, no allá lejos, sino aquí cerca, que es obviamente donde más duele, los mismos que cacarean sus virtudes silencian, a la vez que proscriben, su ideología comunista o su defensa de la lucha armada, los mismos que condenan esta, practican la violencia institucional ciega… ¿Qué aplauden y que elogian en Mandela? ¿Qué y cuánto callan? ¿De qué les absuelve sus aplausos?
Unos honores y un reconocimiento que hacen pensar en el poema de Luis Cernuda, Birds in the night:

¿Oyen los muertos lo que los vivos dicen luego de ellos?
Ojalá nada oigan: ha de ser un alivio ese silencio interminable
Para aquellos que vivieron por la palabra y murieron por ella,
Como Rimbaud y Verlaine. Pero el silencio allá no evita
Acá la farsa elogiosa repugnante. Alguna vez deseó uno
Que la humanidad tuviese una sola cabeza, para así cortársela.
Tal vez exageraba: si fuera sólo una cucaracha, y aplastarla.

Fuente: vivirdebuenagana

Posted in El pesebre del Reyno | Tagged | Comments Off on Miguel Sánchez-Ostiz. “Lloran a Mandela para reírse de nosotros”

Victor Moreno. Prólogo “Cómo sé que valgo para escritor”

PRÓLOGO

Cómo sé que valgo para escritor

 

«No sé qué es lo que debo hacer para que me consideren una escritora.»

Carmen Posadas, Diario de Navarra, 7.11.1998

La pregunta que más preocupa a una persona que quiere ser escritor y que los demás te reconozcan y acepten como tal es esta: «¿Cómo sé que valgo para escritor? ¿Existen garantías esperanzadas de confirmarme como escritor?».

Se dice que son muchos los llamados a la república de las letras, pero no hay tal reclamo. En esta historia nadie llama a nadie. Es uno quien se monta su tramoya acústica creyendo que una voz del más allá o del más acá lo nombra en la oscuridad.

En esto, hay mucho misticismo y metafísica barata. A algunos escritores solo les falta decir que algo o alguien, un demiurgo llamado Flaubert o Faulkner, por ejemplo, los ha llamado desde el cielo o desde el abismo y les ha susurrado al oído medio: «Desde el útero materno estabas destinado a ser escritor». Algo parecido a lo que se decía antes de las vocaciones sacerdotales. Dicen que las llamaba Dios. Y se hablaba de vocación. Hasta que los aludidos se hartaban y lo mandaban a hacer puñetas. A Dios y a los que traficaban con su nombre.

¿Vocación? Llámenla como quieran. Vocación, afición, oficio, inclinación, pasatiempo, delirio, enfermedad, destino, patología o insuficiencia. ¡Qué más da que se llame de una forma o de otra! Al final, el recorrido es idéntico, denomínese ventura o estimulación. Empieza y termina en uno mismo. Y es uno mismo quien, según carácter, inteligencia y ambición, sorteará las dificultades que se le presenten en su inclinación irrefrenable hacia la meta o encontronazo en el muro de la indiferencia mayúsculo. Pero no nos engañemos. O, si lo hacemos, hagámoslo con cierta elegancia, es decir, sin llamar la atención, ni intentando producir lástima a la propia abuela.

Reconozcamos que somos tan ilusos que nos creemos libres de hacer y deshacer lo que nos venga en gana de forma pura y sin intromisiones, sin reparar en que hace ya mucho tiempo que dejamos de ser hacedores de nuestro propio destino, como gustaba decir a los filósofos de antaño. La libertad es una ilusión. Y somos ilusos si pensamos que somos libres de ser y hacer lo que queramos y deseemos. Hace ya mucho tiempo que vendimos nuestra libertad por un plato de garbanzos llamado seguridad, pero que no es otro vestido que el que tiene la servidumbre voluntaria de presentarse.

Iluso viene de ilusión (illusio, engaño). Del verbo illúdere, que significaba, en principio, burlarse o mofarse de alguien.

Hasta bien entrado el siglo XIX, ilusión era sinónimo de engaño, de percepción irreal de las cosas. Luego, se le añadiría ese optimismo que pretendemos ahora, entendiéndose como esperanza que se tiene o se pierde, como reza el título de Las ilusiones perdidas, libro de Stendhal que aconsejo leer a cualquier aspirante, así como la novela Martin Eden, de Jack London. Animan a ser escritor, pero sin metaplasmos idealistas.

En este contexto, iluso puede entenderse como ese estar dentro del juego. Mientras dura, la ilusión resulta maravillosa como acicate esperanzador. Dentro de esa atmósfera, llegamos a pensar que somos nosotros quienes motu proprio nos introducimos en ese juego de la escritura, ejercido libremente, sin intermitencias. Lo cierto es que, desde que nacemos hasta que entramos en el definitivo ocaso, no somos sino feliz marioneta del deseo, producto de unas maravillosas circunstancias que son el azar, la mecánica de la repetición y el genoma más o menos estropeado ab ovo. Sin olvidar que desde el principio somos ya viejos, pues la velocidad lo consume y lo vomita todo con velocidad uniformemente acelerada. Bien mirado, existe el pasado. Y, a veces, ni este, pues traficantes interesados de la memoria los hay en cualquier ámbito.

Por eso, conviene matizar. Porque escribir, lo que se dice escribir, las personas lo pueden hacer cuando y donde quieran aunque no sé si debieran. Porque, si lo hacen, no se conformarán con el simple gesto de emborronar un papel, sino que desearán que los otros –luego, se verá quiénes son estos–, les hagan caso, los reconozcan como tales héroes del papel. Y una persona en estas condiciones es una lata y una pesadez ambulante. La gente obsesionada por una manía es insoportable en cualquier gajo de la vida. Y medir el valor de lo que pasa según dichas locuras produce monstruos de la intransigencia.

Dirán que lo suyo es escribir y, además, inevitable, pero no es verdad. No es toda la verdad. Lo que quieren es que los demás los tengan como escritores, petición de principio que, aunque parezca lo mismo, no lo es.

Si no consiguen ese aplauso público selectivo, no se considerarán escritores. Tampoco escribidores. Si no reciben este espaldarazo de los otros, renunciarán a seguir emborronando más cuartillas. Algunos, seguro que conoces a más de uno, empezaron su recorrido con entusiasmo, pero, ante el panorama de anonimato en que se vieron sumergidos muy a su pesar, se cayeron del nogal de la escritura. Y mira que se las prometían felices. Como el poeta podríamos preguntar: «¿A dónde fueron a parar tantas voluntades y tantos deseos fervientes para llegar a la cima del Parnaso y codearse con Montaigne, Shakespeare, Cervantes y Sterne?». Nadie lo sabe.

Para ser escritor es necesario que los demás te den dicha patente. Si no es así, serás hombre muerto. Podrás escribir la segunda parte de Lolita, esa en la que se cuenta el reencuentro del pedófilo Humbert Humbert y la nínfula Lolita, convertida en afamada psicoanalista y dispuesta a psicoanalizar al desgraciado que tiene delante, o narrar de nuevo la versión original de la verdadera historia de Pierre Menard autor del Quijote; en fin, lo que digas, pero atiende bien, si los demás no te aplauden, irás de cráneo.

¿Qué noticias trae el viento susurrándote que eres escritor? Para responder esta cuestión, que involucra otro tipo de preguntas tanto o más complejas, será necesario tomárselo con mucho humor y con cierta displicencia frívola, actitudes nada incompatibles con la seriedad y el rigor conceptual.

En las reflexiones siguientes se pueden distinguir tres tipos de conjeturas con enfoques más o menos dispares: uno, con apariencia de objetividad; otro, subjetivo y, finalmente, un tercero, que no tiene nada de objetivo ni de subjetivo, o puede que sí, pero, sobre todo, se acomoda en la pecha (sic) del humor y de la ironía. Pues no hay mejor mayéutica que tales voces para resolver cuestiones que no admiten respuestas absolutas. ¿Y relativas? Según sea el cerebro obtuso que las responda.

Ni que decir tiene que ninguna de estas hipótesis agota la sed insuperable de dicha pregunta. En realidad, ninguna respuesta, aunque se formule en cuerpo de conjetura, liquida de golpe la complejidad inflamable de esta materia. Si así fuera, la literatura habría desaparecido desde hace milenios. La indefinición es lo mejor que le ha podido pasar y le cuadra. De este modo, lo que se diga de ella son acercamientos y merodeos, perplejidades y sonrojos. Así que nadie podrá chafardear de ser su dueño y señor. Si lo hace, allá él con su rabicorto sentido de la responsabilidad.

Porque la literatura es de todos y no es de nadie. Ni de quien la inventó. Pertenece a la nebulosa del pensamiento complejo, que dijera E. Morin.

 

escritorEnsayo y Testimonio nº 144
Idioma Español
Año 2013
384 páginas
ISBN:978-84-7681-806-0

Ficha de producto en Pamiela.com

Posted in El pesebre del Reyno, Club del lector | Tagged | Comments Off on Victor Moreno. Prólogo “Cómo sé que valgo para escritor”

Bernardo Atxaga. Nevadako egunak

Nevadako egunak kronika da hasieran, eta bukaeran nobela. Bere pieza guztiak bereziak dira, baina motiboak eta pertsonaiak, beti berberak. Obabakoak bezain aldakorra da, eta Soinujolearen semea bezain trinkoa. Ez dago orrialde berdinik, ezta orrialde solterik ere.

Liburuaren atmosfera nagusia biografiarena da. Bere orrialdeetan azalduz doazen pieza guztiek giza esperientzia dute abiapuntu. Egileak bere berri ematen du haietan, zer bizi izan zuen, zer pentsatu eta imajinatu zuen Estatu Batuetako Nevadan pasatutako denboran, 2007ko abuztutik 2008ko ekainera; baina beste pertsonaia batzuk ere hartzen ditu aintzat, hurbilekoak eta arrotzak, lehengoak eta oraingoak. Lekuek ere badute garrantzia, eta batez ere desertuak.

nevadako8114Kondagintza 25
Hizkuntza Euskara
2013. urtea
464 or.

ISBN:978-84-7681-811-4

Posted in Libro de la semana | Tagged | Comments Off on Bernardo Atxaga. Nevadako egunak

Gregorio Morán. ¿Sanidad o 1714?

Ahora se llama “la consulta”, como si se tratara de una visita médica, pero es todo lo contrario

La política en Catalunya cada vez tiene más visos de convertirse en un chiste, pero como se trata de una frivolidad que afecta a millones de personas y a algunas de ellas les puede costar muy caro, no se puede calificar más que como un chiste macabro. Acaba de morir a los 51 años uno de esos médicos, Albert Jovell Fernández, que unía a su condición de experto en Salud Pública doctorado en Harvard, amén de licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universitat Autònoma de Barcelona, la de organizador de cuanta iniciativa pública –repito, pública– se hiciera entre médicos, pacientes y desesperados frente a la enfermedad implacable. “Los pacientes –había escrito– queremos que nos cuiden. Yo acepto que no me curen, pero me costaría aceptar que no me cuidaran”.

Hasta aquí todo correcto, el detalle macabro es que quien hizo su necrológica, elogiosa hasta el delirio, con el curioso detalle de poner entre los dos apellidos una “y”, por lo que resultaba “Jovell y Fernández” –una cursilada en castellano que determina que estamos abocados a convertir la gramática en actividad militante, a tenor de la ola de estupidez que nos amenaza– fue nada menos que el actual conseller de Salut, Boi Ruiz. Dedicado desde su nombramiento a echar abajo todo lo que Albert Jovell Fernández había intentado con éxito poner en pie.

¿Desvergüenza? La misma que le consiente blindar los superlativos sueldos de sus 50 ejecutivos sanitarios y reducir los del resto. Esta costumbre cristiana –por católica y luterana– de que sean los verdugos los que escriban de sus víctimas una vez echen ortigas, es una práctica frecuente entre nosotros. Los muertos son instrumentos de una utilidad infinita, muy superior a la que tuvieron en su difícil vida. Boi Ruiz haciendo la necrológica de una de sus víctimas. Un chiste macabro, pero muy bien visto en sociedad. ¡Qué gesto, conseller!, ¡qué liberalismo el suyo! ¡Cuánta “manga ancha”, que dirían por Madrid, incluido el detalle de la “y” delante del Fernández, que en los viejos tiempos significaba en castellano ser de familia con haberes y pretensiones!

Fíjense si lo nuestro será de chiste que los dos encargados para los fastos que nos amenazan el próximo año 2014 son dos humoristas, Mikimoto, conocido intelectual que al parecer lleva un año, aseguran los expertos, ¡estudiando historia en Estados Unidos! Y Toni Soler, de quien admito desconocer casi todo, incluso saber si ha escrito algo en su vida.

¿O Sanidad o 1714? Ese es el dilema de la denominada izquierda catalana, los de la bicicleta, el ecologismo bajo en calorías y los “consejos de obreros nacionalistas” de las CUP –un quiste que les ha salido a los convergentes de comarcas; retoños del PSUC que decidieron matar a sus padres, ahora en el paro o jubilados– y que aún dirimen sobre si las clases sociales están por encima de la Patria, o por debajo, o al mismo nivel. Como si volviéramos al debate de Rosa Luxemburgo antes de que la asesinara la socialdemocracia alemana.

Lo que está haciendo el consejero de Salut Boi Ruiz –¡cuántos años debió de llamarse Baudilio este bendito verdugo de la Sanidad Pública!– no es otra cosa que la programación que Esperanza Aguirre y su delegado Ignacio González cumplen en la comunidad madrileña; la otra joya de la corona de la Sanidad Pública ahora comprometida por una banda de expertos en cohabitación entre el choriceo de lo público y la esbeltez de sus empresas privadas. Aquellos que han asumido el tránsito de beneficios y la necesidad de disolver los pacientes. La cohabitación, que se llama.

En un curioso libro, autoeditado por el curtido cirujano jubilado Josep Maria Capdevila –por buen título ¿Me curaré, doctor…?–, hay un capítulo desolador, pese a su voluntad de no hacer demasiado daño. El 2.º, dedicado a las retallades (recortes) de los años pasados, 2011 y 2012. Ahí aparecen dos reflexiones del escritor de necrológicas desfachatadas y conseller de Salut, Boi Ruiz: “Los médicos rechazan los recortes porque les tocan el bolsillo”. Y sobre todo esta, impagable, que le delata: “La salud es un bien privado que depende de uno mismo y no del Estado”; prueba incontestable de que o no paga impuestos o es un cínico. A lo que cabría añadir que estaría muy bien que eso se lo aplicara él y sus altos cargos, que han blindado los contratos después de subírselos.

Pero, ¿qué hacemos? Repetimos nuestros ominosos silencios considerando que las inversiones de centenares de millones que harán en paralelo la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona para montar 2014, como un Las Vegas dieciochesco, ideal para turistas aburridos y autóctonos pasionales de nuestras esencias, o planteamos un equilibrio. La Salud Pública o la Emoción Patriótica. Es alucinante que tal dilema trate de ser sorteado por la supuesta izquierda institucional, vicaria de su dependencia ideológica, económica y sentimental, de una clase política que domina la vida pública ciudadana desde el comienzo de la transición en Catalunya. ¡Que no olviden, se consumó dos años antes que en el resto de España! (Pujol ganó las primeras elecciones autonómicas en 1980 y Felipe González en 1982).

¿Quién hubiera podido decir que el viejo mercado del Born, que yo llegué a conocer, se convertiría en una especie de Valle de los Caídos de una generación instalada ya en la autoestima? Con bandera y todo; al estilo de Federico Trillo en la plaza madrileña de Colón. ¿No estaremos imitando una forma y un estilo de política, condenadas al desprecio por profundamente reaccionarias? Después de esto, qué vendrá. ¿La reivindicación del carlismo? ¿O Jaime Balmes? Pese a sus diferencias de matiz, tan proclives ambos a la tradición y a los rituales religiosos en las fiestas onomásticas.

La política catalana está exigiendo una especie de vademécum, un librito que explique los pasos de cada cual; de dónde viene y dónde está. Porque en realidad no han cambiado más que cargos y lugares, pero las personas permanecen. Y si no son ellos, serán sus hijos, y si no sus yernos, y ya empiezan a aparecer en el horizonte algunos nietos. Lo entiendo para aquellos que piensan que las tradiciones son más importantes que los presentes –siempre y cuando no afecten a sus patrimonios–; los impuestos por herencia deberían ser estudiados con mayor importancia que los abrazos del oso de Esquerra Republicana liquidando partidos; son como el escorpión, cuando están en mitad del río siempre acaban matando a la rana que los transporta; quizá sea por instinto. Pero qué hace la izquierda irreal, ese trampantojo que dice sí a todo lo fundamental para su inminente liquidación y sólo cuestiona lo accesorio.

Ahora se llama “la consulta”, como si se tratara de una visita médica, pero es todo lo contrario. Los ciudadanos arrollados por la ola alimentada por los mismos que la han subvencionado, se quedarán perplejos y preguntarán “qué hay de lo mío”. Y como viene ocurriendo en España y en Catalunya desde hace siglos, ratificarán aquella reflexión del tan citado Agustí Calvet Gaziel, que a la hora de hacer el balance del catalanismo político de su época no le quedaba más remedio que reconocer que no habían dejado nada que pudiera servir, pero que todos sin excepción habían salido ricos de la experiencia.

El auténtico dilema de la izquierda catalana, si es que en algo quisiera diferenciarse de la derecha que no fuera en su vestimenta, es cómo abordar la historia y cómo afrontar el presente. Si la Sanidad es negociable pero los presupuestos para fastos patrióticos no, demostrarían que aquí ganaron los que ganaron. Pero no sólo en lo inmediato, sino en la revisión histórica: dominaron en la guerra, se instalaron de nuevo en la posguerra, y la transición fue un buen llevar entre familias que se conocían de toda la vida. Casi me atrevería a decir que ese insigne estafador, Fèlix Millet, del Palau de toda la vida, sentó cátedra con aquella frase digna del viejo Palermo siciliano: un asunto entre las doscientas familias que cuentan.

La Vanguardia

Posted in El pesebre del Reyno | Tagged | Comments Off on Gregorio Morán. ¿Sanidad o 1714?

Javier Eder. Déjate de cátedras

Déjate de cátedras, dice Marcial. Marcial el de los epigramas, nacido cerca de Calatayud hacia el año 40 del siglo primero, no el Marcial del pasodoble cañí, nacido en Rivas-Vaciamadrid en 1903. Vete al foro, donde suena la alegre música de los dineros -dice Marco Valerio Marcial- y déjate de cátedras donde no resuenan más que aplausos. Se ve que en Roma el de catedrático era un oficio para exhibicionistas sin afanes pecuniarios. Nada que ver con la profesora de Nutrición y Bromatología de la UPNA, doña Yolanda Barcina, que en la última campaña electoral cobró 19 días seguidos por el simple hecho de ser catedrática, sin pisar el campus, de paso que ejercía de candidata y de ocasional dietista de Caja Navarra. Una catedrática de hoy, ampliamente remunerada. Leí que nuestro professor Sanz, el mismo que en los felices años de la nueva megalítica navarra -los años de las enormes infraestructuras superfluas y las megacalzadas romanas con hipoteca del futuro en la sombra- viajaba por el mundo y daba conferencias de pago -pagadas por los contribuyentes forales, claro- en las universidades americanas de la Ivy League, ya es profesor asociado de la universidad que de momento no se expande por donde Sanz firmó para que se expandiera: por Donapea. Y ahora el professor hasta cobrará, Audenasa, Sarría y demás consejos sobrevenidos de administración aparte. Catedráticos de hoy, él y su continuadora Barcina, la que ahora suspende operaciones médicas y ayer programaba operaciones millonarias tan “fallidas” -por decirlo con el eufemismo de la Cámara de Comptos- como la del museo sanferminero. Catedráticos nada romanos que, silbe o patee el público del aforo, no dejan de oír la alegre música de las monedas acumulándose. Última hora: el pluricatedrático Calvo Serraller, al que la profesora Barcina privó hace unos meses de la extinta o hibernada Cátedra Oteiza, nos deja. Unos cátedros vienen, otros van. La música de los dineros que Marcial nunca pensó oír en las cátedras, continúa.

Noticias de Navarra

Posted in El pesebre del Reyno | Tagged | Comments Off on Javier Eder. Déjate de cátedras

Víctor Moreno. San Francisco Javier, patrón de Navarra

xabier¿He dicho patrón? Y, ¿para qué hay que tener un patrón? ¿Sería Navarra menos Navarra si no lo tuviera? ¿Qué pasaría si dejáramos de tener patrones y patronas en los pueblos y ciudades? ¿Se hundiría la estatua de los fueros, el santuario de Javier, la catedral de Pamplona? ¿Bajaría Osasuna irremediablemente a segunda división? ¿No habría fiestas? ¿Quién ha decidido que un santo sea patrón confesional en un Estado aconfesional?

La existencia de este patronaje confesional revela cuán genuflexo sigue el poder civil respecto del poder religioso y teocrático. En algunos lugares, hasta parece mentira que el patrón siga siendo un santo cabrón que, en nombre de su Dios, llevó a la hoguera a miles de personas. ¿Por qué una sociedad plural debe mantener santos patrones, sean o no católicos, apostólicos y romanos? ¿Solo por la inercia de la tradición mayoritaria? No me cuadra.

Al parecer, todo lo bueno que ha sucedido a una ciudad desde tiempos de Diocleciano se lo debemos a estos santos patronos. Es bien llamativo que, en tiempos de pestes, diga la tradición de ellos que hicieron más por la ciudad que el correspondiente médico local y sus higiénicas recomendaciones, gracias a las cuales las gentes curaron sus fiebres. La primera Javierada, que tuvo lugar en 1886, lo fue para dar gracias a san Francisco Javier por haber librado a Navarra de la fiereza de la peste colérica que en 1885 azotó la península. Resulta alucinante enfrentarse a la creencia de que sea un santo quien haya hecho más por la ciudad y la humanidad enferma que Ramón Cajal o Fleming juntos. Esto, más que teocracia, es tontocracia.

Y es burla sangrante que haya tantas calles y plazas con nombres que la iglesia califica de santos cuando lo que representan es una forma de intolerancia religiosa en grado superlativo. Si no deseamos que nuestras calles estén tildadas con nombres de fascistas y franquistas sanguinarios, ¿por qué mantener nombres de santos que son la encarnación de una iglesia totalitaria y represora? ¿Qué santos de los que pululan en el santoral se caracterizaron en vida por dejar en paz a quienes no creían o tenían un credo distinto al suyo? El criterio de santidad eclesial nada tiene que ver con el sentido de santidad civil y autónoma de la sociedad. Se dan de bruces. Que haya tanto nombre de santos en el callejero denota el poder religioso omnímodo que la Iglesia ha tenido en la vida y en la muerte de las personas. Estaría bien que algún teólogo estudiara minuciosamente si el criterio de santidad que tiene la Iglesia es el mismo criterio que tiene el propio Dios para estos asuntos. Los santos que son santos a los ojos de los papas, ¿lo serán a los ojos divinos?

Sabido es que el día 3 de diciembre una comitiva de representantes de la soberanía popular se dirige al portal del santuario de Javier donde un individuo disfrazado de traje que llaman de arzobispo les lee la cartilla confesional correspondiente. Los que diseñan el protocolo de esta fiesta lo denominan acto central del día de Navarra.

¿Por qué nunca sucede al revés? ¿Por qué no es el poder político quien lee al arzobispo de turno la cartilla laica y aconfesional, garabateada con la lista de quejas de quienes no aceptan este tipo de acontecimientos clericales y otros muchos más que se cuelan en la vida política y civil de la ciudad? ¿Por qué no se establece una efeméride en la que el político de turno, después de haber recogido las quejas de la ciudadanía en relación con el comportamiento de la iglesia, se las entregara públicamente al arzobispo? ¿Tendría la Iglesia tanta humildad como presume para someterse a esta goliárdica representación?

En 2012, el arzobispo pidió al patrón –frase surrealista donde las hubiere-, que “ayude a los gobernantes en su cometido como representantes del pueblo”, destacando “servir al derecho y combatir el dominio de la injusticia”.

Servir al Derecho y combatir el dominio de la injusticia, dijo el arzobispo. Maravillosas palabras. Seguro que consideraría muy adecuada su homilía y con certeza pensaría que gracias a ella el nivel moral de la ciudad aumentaría un primor. Si así lo creyera, que obre en consecuencia. Que repare este ciudadano Pérez en el favor que reportaría a su propia tribu de clérigos si permitiera que el poder civil le dijera cuál ha sido su comportamiento durante el año y cómo podría mejorar siguiendo las doctrinas de quien dicen que es su fundador. ¿Su fundador? No, mucho mejor aún: aceptando de buen grado que un representante de la soberanía popular le dijera qué leyes civiles ha infringido a lo largo de un año. Si la Iglesia refrota por los bigotes a los políticos citas del santo evangelio, ella debería aceptar con el mismo agrado que alguien le cantara qué artículos del código civil y penal se ha pasado por la garrocha de su teocracia.

Si hay que dar al César lo que es del César y a Dios lo que es Dios, empecemos por algo tan sencillo como poner a cada cual en su sitio. El arzobispo que arroje de su boca cuantos sapos y culebras quiera, pero que acepte humildemente, a continuación, el varapalo que la ciudadanía, mediante uno de sus representantes, tiene a bien endilgarle en el dominio donde la caga una y otra vez. Si el arzobispo critica de forma paternal a los políticos de esta tierra, acepte, también, que el pueblo, mediante uno de sus voceras, haga lo propio, escuchando la lista de injusticias y de agravios al derecho civil cometidos por la iglesia como institución, y los perpetrados por sus fámulos con bonete como individuos. Y, si esto no lo considera estético, sustitúyase por una lección magistral impartida por un político o filósofo que no hable en términos generales, sobre la necesidad de que la Iglesia deje de escabullir el bulto cada vez que comete un delito y que ella, para escaquearse, llama pecado.

En serio, el arzobispo debería reflexionar acerca la inutilidad real de su actuación. Reparemos en un detalle. La ofrenda del arzobispo al santo en 2012, se hizo, primero, para que “ayudara a los políticos a discernir con valentía y sin ilusiones vanas su cometido: el bien común”, y, segundo, para que sirvieran al Derecho y a la Justicia. Pues bien, el año de 2013 fue el año de la peste en Navarra, el año de la revelación de los desbarajustes inmorales de los servidores de la CAN y, casi-casi el expolio de Donapea.

Si ha habido un año en el que se puso de manifiesto que los políticos no estaban sirviendo ni al Derecho ni al Bien común, ni a la Ética, ni a la Moral, solo a la legalidad que justificaba sus desmanes, ese fue el de 2013, el que siguió a la plegaria del arzobispo, el día de Navarra.

Bueno. Quizás, eso se debió a que el arzobispo no desveló con la claridad conceptual necesaria a qué Derecho se refería, porque aquí parece que se lo tomaron como una prolongación tradicional más del derecho de pernada…

Posted in El pesebre del Reyno | Tagged | 1 Comment